Cooperativa Agrícola Lechera de Santiago (CALS) construye en ENEA su principal centro de distribución
Agosto 2024
El nuevo centro de acopio y distribución de insumos agrícolas abarcará un terreno de 10.200 metros cuadrados y constará de tres grandes bodegas, con una inversión total proyectada de $7.500 millones, explica Claudio Moraga Castro, gerente de Administración y Finanzas de la empresa. “ENEA tiene toda la infraestructura y beneficios que permiten el buen funcionamiento de un centro distribución”, asegura el ejecutivo.
Esta es una historia que partió en 1935 cuando Chile y el resto del mundo se recuperaban lentamente del terrible impacto de la “Gran Depresión”, y cuando los gobiernos instauraban políticas económicas proteccionistas.
En esa fecha, decenas de productores de leche de Santiago decidieron juntarse para hacer un frente común, y así enfrentar las nuevas exigencias que le planteaba la nueva Ley de pasterización de la leche, naciendo, en septiembre de ese año, la Cooperativa Agrícola Lechera de Santiago (CALS), la misma que el próximo año cumplirá 90 años de vida.
“Son pocas las empresas en Chile que pueden decir que llevan tanto tiempo vigentes. Quizás porque somos una Cooperativa, porque tenemos una administración y un estado financiero muy sólido, lo que nos ha permitido crecer, diversificarnos y mantenernos vigentes. Creo que estamos en un buen pie para afrontar los próximos 90 años”, explica Claudio Moraga Castro, gerente de Administración y Finanzas de CALS.
Y los hechos lo demuestran.
Esta empresa, líder en todo tipo de insumos para la agricultura, desde fertilizantes, semillas, veterinaria a maquinaria agrícola, construirá en los próximos meses lo que califican como su nuevo “pulmón” de distribución, el que estará ubicado en los estratégicos terrenos de ENEA, la ciudad aeropuerto y el mayor núcleo industrial del país.
“Actualmente tenemos 28 sucursales con 450 trabajadores y entregamos nuestros productos de Arica a Frutillar al mundo agrícola y ganadero. En ese marco seguimos creciendo y para ello, sin duda, uno de nuestros principales pasos será el nuevo centro de distribución que levantaremos en ENEA, donde estará el pulmón de nuestras actividades distributivas, y el que esperamos inaugurar cuando celebremos nuestros 90 años”, explica el sr. Moraga.
El nuevo centro de acopio y distribución de insumos agrícolas abarcará un terreno de 10.200 metros cuadrados y constará de tres grandes bodegas, con una inversión total proyectada de $7.500 millones (unos US$ 8 millones), contabilizando el valor del terreno ($2.750 millones) y las posteriores obras en estructuras ($4.750 millones).
– ¿Por qué CALS decide llegar a la Ciudad Aeropuerto?
Buscamos varios centros de distribución donde podíamos instalarnos y trabajar de una manera eficiente, para poder tener conectividad hacia el norte y el sur del país. Vimos terrenos más hacia la salida sur de Santiago, porque la mayoría de nuestros clientes agrícolas están para el sur, pero nos decidimos por ENEA porque tiene una excelente conectividad con las distintas autopistas, lo que hace que los camiones puedan circular sin tanto obstáculos. Además, este parque industrial tiene toda la infraestructura y beneficios que permiten el buen funcionamiento de un centro distribución, especialmente para empresas como la nuestra que transporta todos sus productos principalmente a través de camiones.
- ¿Cuánto es el mercado que ustedes abarcan?
Nosotros tenemos unos 36 mil clientes con una línea de productos de unos 12 mil, lo que es un número muy amplio. No somos tan conocidos ante el público como otras cooperativas, como Colún o Capel, porque ellos llegan con sus productos directamente al consumidor final y eso sucede porque nosotros cubrimos las necesidades de los productores que son los que, posteriormente, exportan.
Trabajamos con todo tipo de productores, desde el más pequeño hasta el más grande, desde aquél que tiene media hectárea de lechugas, hasta el que tiene 600 hectáreas de hortalizas en zonas como La Serena u Ovalle. Atendemos al rubro de ganadería, leche y engorda de ganado; al rubro de grandes cultivos como maíz, trigo, cebada, y por supuesto a todo el sector de la fruta; prácticamente a todo lo que tenga que ver con agricultura.
Por otro lado, también tenemos una línea de servicios especiales para nuestros cooperados, a quienes les entregamos sistemas de ordeñado mecánico y de calidad de leche, entre otros servicios.
- ¿El mercado agrícola es competitivo y difícil para una Cooperativa como la de ustedes?
Yo soy de la idea que todos los mercados son complicados, que no hay buenas empresas ni malas empresas, o buenos rubros o malos rubros, sino que existen empresas bien administradas y otras mal administradas.
Efectivamente estamos, sin duda, en un mercado muy competitivo, y a pesar de ello estamos invirtiendo y apostando al crecimiento de nuestra Cooperativa. En eso es importante decirlo, que estamos convencidos que la agricultura en este país es un puntal tremendamente fuerte y hemos estado haciendo inversiones de infraestructura, y no solo en ENEA. También hemos adquirido terrenos en aquellos sectores que arrendábamos, por ejemplo, en Santa Cruz hicimos una adquisición significativa. Poco antes de la pandemia en la carretera Norte Sur compramos un extenso terreno para una nueva sucursal en Hijuelas.
- ¿Esta apuesta se sustenta en una visión positiva del crecimiento del mercado agrícola en Chile?
Siempre hay riesgos. Nosotros atendemos tres grandes rubros, como son el lechero, el de los cultivos y la fruta. Nosotros apostamos que el gran negocio será la fruta.
En la leche, cada día más se importa este producto en polvo que tiene muchos beneficios en cuanto a su transporte y almacenamiento, por lo tanto, se dificulta el crecimiento de los productores locales. En el maíz y el trigo, la tendencia es a reducir las hectáreas cultivadas y traspasarlas a la producción de frutales.
Hoy, la cantidad de hectáreas con cerezas o el avellano europeo, crece y crece lo que hace reducir otros cultivos. Estos alimentos, además, son muy sanos y por lo tanto muy bien recibidos dentro de la población nacional e internacional.
- ¿Uno de los méritos de CALS ha sido su capacidad de adaptación a los nuevos desafíos?
Y el atreverse a impulsarlos. Siempre estamos buscando nuevos negocios, lo que es fundamental para cualquier empresa, porque todo se va renovando.
Si bien en agricultura existen algunos actores que siempre se mantienen, como los gigantes Bayer y BASF, estos también están haciendo ajustes en sus negocios y de hecho han cerrado algunas plantas locales. El mercado chileno no es un país de grandes volúmenes, pero no está ajeno a estas tendencias, donde se privilegia la producción otros países más económicos.
Pasamos por un período especial, producto del estallido social, pero creo que en algún momento vamos a retomar el liderazgo económico que tenía en América Latina.
Nuestra apuesta es siempre crecer.
- ¿La muestra concreta de esa política será la construcción de sus nuevas dependencias en ENEA?
Nosotros tenemos 90 años de historia y pensamos que actualmente estamos trabajamos para cumplir otros 90 años. De hecho, la inauguración el próximo año de nuestro nuevo centro de acopio en ENEA, que esperamos sea en abril, debería ser el gran hito para conmemora esa significativa fecha e iniciar nuestra nueva fase. Podrán cambiar los nombres y actores que integran la cooperativa, pero tal como jamás lo pensaron los que crearon esta empresa, nosotros seguiremos vigentes por muchos años más.