Nátaly Hernández: La voz que ilumina y encanta en los eventos de ENEA
Julio 2023
Esta compositora y cantante, madre y empresaria, despliega su talento musical en los escenarios de todo el país desde muy pequeña. No ha sido fácil, reconoce, pero pese a todas las barreras que le ha impuesto la vida, hoy está pronta a sacar su primer disco y también para alcanzar el mayor de sus sueños; representar a Chile en la competencia internacional del Festival de Viña del Mar.
Desde el año pasado que Nátaly Hernández es una artista habitual en todos los eventos que se realizan en ENEA. Su potente voz, pero sobre todo su talento, versatilidad y carisma en el escenario, la han convertido en irremplazable en los encuentros que se organizan en el mayor parque industrial y empresarial de Chile, donde siempre acapara miradas y aplausos.
¿Pero quién es esta multifacética mujer radicada en Santiago, dueña de un Food Truck, Trabajadora Social de profesión e incluso ex candidata a Concejal en Pudahuel?
Nátaly nació en Iquique hace 34 años y fue la primera hija del segundo matrimonio de su padre, el que completa un total de siete hijos. De joven se trasladaron a San Antonio, pero se dedican al comercio de productos del mar en el terminal pesquero metropolitano en la comuna de Lo Espejo, como locatarios mayoristas.
“Fui la oveja negra de mi familia”, dice riendo, recordando que todos la miraban extrañados de haber elegido el comercio y mezclarlo con actividades sociales que lideraba y también para comenzar una vida ligada a la música, la que se le reveló cerca de los seis años en el colegio, donde no se perdía ninguno de los eventos artísticos y de folclore, ya sea bailando o cantando.
A los 12 años se unió al coro de su Iglesia. “Hice canciones, grabamos discos, viajé a Argentina, a Iquique, al sur del país, a muchas otras partes con la banda que conformé en 2012, y puedo decir que incluso alcancé un cierto renombre en el ambiente musical cristiano. Fueron años muy intensos”, recuerda.
Además, estuvo en festivales, ganó algunos premios y se atrevió a presentarse en casting de televisión, donde, aunque no alcanzó a clasificar, sí ganó experiencia en un mundo artístico.
Muchos años después, cuando cumplió, 23 años, comenzó a tener diferencias con el mundo de la Iglesia y decidió alejarse. “Me decían, tu voz te la entregó Dios, y que no podía cantar nada más que no fuera de Dios. Sin embargo, para mi la música es universal y si Dios nos dio un mensaje fue el que debíamos compartir nuestros talentos”, explica.
A esa edad, además, ya era madre de Catalina Belén -que nació el mismo año de su hermana menor, las que actualmente tienen 17 años-, quién le presentó nuevos desafíos para su vida. Con la carga de ser madre soltera y tener que trabajar para ganarse la vida, de todas formas obtuvo, con mucho esfuerzo, su título de Trabajo Social en la Academia de Humanismo Cristiano y en la Iberoamericana.
¿Con tantas dificultades y obligaciones, en qué minuto comenzó a empaparse del ambiente musical?
“En esos años hacía eventos en centros de niños, de personas en situación de calle, para ayudar a las víctimas de los incendios en Valparaíso, en el sur, siempre liderando esos espacios sociales, mostrando arte, invitando bandas, solistas, cuenta cuentos para niños, teatros infantiles, haciendo un operativo mucho mayor que la sola entrega de ayuda”.
“En ese ambiente tuve la suerte de rodearme de muchas personas con gran voluntad de ayuda y también artística de música chilena. Ahí comencé a conocer a más personas vinculadas a la música y a hacerme más profesional, al nivel que hoy estoy en un proceso de grabación de mis canciones. Estoy produciendo con Kevin Vásquez, que estuvo en una serie juvenil que se llamaba Amango de mucho éxito años atrás, en programas como Yingo y otros, y que luego se hizo productor y es uno de los mejores cantantes chilenos que conozco”.
¿Estamos prontos a escuchar esa canción?
“Él está siendo mi productor para crear mis propias canciones y en eso estoy, justamente en este período estoy terminando de grabarla para hacer luego un videoclip. Esa canción es muy importante para mí, porque tiene un mensaje potente que va en apoyo de las mujeres, cuenta un poco de mi historia donde yo salí de una relación de violencia, de haber cortado ese círculo que viven muchas personas y haber convertido esa experiencia dolorosa en una canción que deja un mensaje de liberación”.
Son experiencias muy profundas y que afectan, lamentablemente, a muchas mujeres.
“Totalmente. Yo tengo un grupo de mujeres llamado “MUJER SANA” donde nos reunimos todos los martes desde hace dos años en modalidad online a tener charlas de amor propio, de sanidad de nuestras vidas, de nuestra infancia, de contención femenina, de terapias, por lo que siento que tengo mucho que decir de mis experiencias como de las experiencias de ellas”.
“Hay muchas cosas que quiero decir y siento que la gente común y corriente se puede sentir representada y decir que viví algo parecido y me identifico con la canción que ella está cantando. Eso es lo que más me compromete, dejar un legado, más allá de ser artista o ganar dinero. Me encantaría dejar un legado para mi hija, para las mujeres que están en mi entorno, para lo que no pudieron decir lo que vivían por miedo a ser cuestionadas, por las que callaron tantas cosas como lo fue mi madre, mi abuela, mis tías, poder sacar la voz en nombre de ellas”.
“Mi propósito es que esa canción con el videoclip esté listo, el 27 de Noviembre, cuando se conmemora el Día Nacional contra la Violencia a la Mujer. También tengo otro tema que va dedicado a mi hija, contando cómo fue mi proceso de ser madre adolescente, de haber estudiado y a pesar de haber estado embarazada, salir adelante frente a todo obstáculo”.
¿Este proyecto la encuentra en un momento en que ya está viviendo de la Música?
“Hoy puedo decir que tengo un ingreso que es fijo por cantar y bailar en lugares que me contratan seguido, así como en desayunos, aniversarios, cumpleaños, matrimonios, eventos culturales que organiza la misma municipalidad de Pudahuel, donde he tenido el privilegio de ser considerada, y también en los eventos culturales y deportivos de ENEA, por ejemplo”.
¿Cómo llegó a vincularse con ENEA?
“Precisamente por mi emprendimiento. Tengo un Food Truck y, con otros emprendedores de Pudahuel, transformamos en 2022 un sitio baldío en un espacio de emprendimiento. Un día nos llamaron desde ENEA urgente, porque les habían fallado los proveedores de alimento para una triatlón. Fuimos de urgencia y quedaron felices porque no solo salvamos la emergencia, sino porque también la oferta gastronómica de nuestros puestos es muy innovadora, casi gourmet, algo muy distinto al completo o churrasco”.
“Así nos invitaron de nuevo y fue ahí que les conté que cantaba y animaba espectáculos. De hecho, ya estaba en varios locales cantando, como en la plazuela de Puente Alto a la salida del mall, donde actuaba frente a 300 o 400 personas. Vino la Expo Emprendimiento, se la jugaron y me pidieron participar”.
-¿Su estilo es variado y muy versátil?
-“Absolutamente. De partida yo no imito a nadie, sino que canto con mi voz las canciones de artistas famosos, en inglés y español, como Ana Gabriel, Donna Summer, Karol G, de todo. Me adapto mucho al público o lo que pide el evento. Si hay personas de la tercera edad, por ejemplo, canto muchos éxitos de la Nueva Ola, o más jóvenes, cambio el repertorio”.
–¿Han sido buenas experiencias en ENEA?
-“Excelentes. Los organizadores de ENEA son súper preocupados, sobretodo mi querida Cecilia Suárez con quien me contacto en estas situaciones. Siempre pendientes de todo, no se les escapa un detalle, está todo bien planificado, los equipos de sonido son espectaculares. Aparte que ellos trabajan también con Pudahuel Joven, que a veces facilitan equipos y con los que tengo una excelente relación, porque he participado en eventos de la Municipalidad”.
“Una de mis virtudes es que me relaciono bien en los espacios musicales porque lo doy todo. Desde mi presentación personal, donde voy muy diva, muy artista y trato que se note que llegó la cantante. Muy profesional. Eso la gente lo percibe, que es lo más importante. Me entrego toda para que la gente tenga un espectáculo de calidad, que escuche buena música y lo pase bien”.
–¿Su hija la acompaña?
-“Ella desde chiquitita estuvo en casi todos los escenarios”.
-Sus planes cercanos son sacar tu primer disco. ¿Y más adelante, te has fijado nuevas metas o sueño a cumplir?
-“Mi mayor sueño es dar a conocer mi voz a nivel nacional e internacional. Una de mis metas es poder llegar a la Competencia Internacional del Festival de Viña del Mar, que eso es lo que quiero lograr de aquí a dos años. Eso no es fácil, pero para ello trabajo en silencio, con escritores, compositores, músicos, para crear algo interesante y, cuando me sienta cómoda tanto física como musicalmente hablando, presentarme a la competencia”.
–¿Después de todos estos años, su padre le ha dicho algo o le pide volver al negocio familiar?
-“Él está ahora orgulloso. Hace como un mes atrás participé en un festival y, por primera vez, mi papá llegó de sorpresa. Me vió actuando. Canté “Man! I feel like a woman” (tararea varias de sus estrofas) de Shania Twain e incluso saqué un bailarín al escenario, con coreografía, como toda una showoman. Mi papá quedó asombrado y me dijo que quería apoyarme, que se sentía orgulloso de todo lo que estaba haciendo”.
“Yo estaba feliz. Como digo, ser mamá, joven, en otra ciudad, con pocos recursos y salir adelante en una carrera, cumpliendo un sueño, es complejo, pero se puede lograr. Más allá de hacerme la víctima, la pobrecita, yo miro la vida valorando lo que tengo y transformar eso que falta, en algo valioso para mí, para mi hija y para las personas que me rodean. Y es eso lo que quiero transmitir cuando canto en el escenario”.